28 feb 2013

LECCIÓN 59


Éstas son las ideas a repasar hoy:

1. (41) Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
2 ¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo?
3 ¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza?
4 ¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta?
5 ¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya?
6 No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo.
7 Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.

2. (42) Dios es mi fortaleza.
2 La visión es Su regalo.
3 Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver.
4 Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me da.
5 La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado.
6 Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad.

3. (43) Dios es mi Fuente.
2 No puedo ver separado de Él.
3 Puedo ver lo que Dios quiere que vea.
4 No puedo ver nada más.
5 Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones.
6 Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él.
7 Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo.
8 No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos.
9 A través de esta visión es como elijo ver.

4. (44) Dios es la luz en la que veo.
2 No puedo ver en la oscuridad.
3 Dios es la única luz.
4 Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él.
5 He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado.
6 Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo.
7 Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.

5. (45) Dios es la Mente con la que pienso.
2 No tengo pensamientos que no comparta con Dios.
3 No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya.
4 Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamientos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos.



27 feb 2013

LECCIÓN 58


Hoy vamos a repasar las siguientes ideas:

1. (36) Mi santidad envuelve todo lo que veo.
2 De mi santidad procede la percepción del mundo real.
3 Habiendo perdonado, ya no me considero culpable.
4 Puedo aceptar la inocencia que es la verdad con respecto a mí mismo.
5 Cuando veo el mundo con los ojos del entendimiento, sólo veo su santidad porque lo único que puedo ver son los pensamientos que tengo acerca de mí mismo.

2. (37) Mi santidad bendice al mundo.
2 La percepción de mi santidad no me bendice únicamente a mí.
3 Todas las personas y todo cuanto veo en su luz comparten la dicha que mi santidad me brinda.
4 No hay nada que esté excluido de esta dicha porque no hay nada que no comparta mi santidad.
5 A medida que reconozca mi santidad, la santidad del mundo se alzará resplandeciente para que todos la vean.

3. (38) No hay nada que mi santidad no pueda hacer.
2 El poder curativo de mi santidad es ilimitado porque su poder para salvar es ilimitado.
3 ¿De qué me tengo que salvar, sino de las ilusiones?
4 ¿Y qué son las ilusiones sino falsas ideas acerca de mí?
5 Mi santidad las desvanece a todas al afirmar la verdad de lo que soy.
6 En presencia de mi santidad, la cual comparto con Dios Mismo, todos los ídolos desaparecen.

4. (39) Mi santidad es mi salvación.
2 Puesto que mi santidad me absuelve de toda culpa, reconocer mi santidad es reconocer mi salvación.
3 Es también reconocer la salvación del mundo.
4 Una vez que haya aceptado mi santidad, nada podrá atemorizarme.
5 Y al no tener miedo, todos compartirán mi entendimiento, que es el regalo que Dios me hizo a mí y al mundo.

5. (40) Soy bendito por ser un Hijo de Dios.
2 En esto reside mi derecho a lo bueno y sólo a lo bueno.
3 Soy bendito por ser un Hijo de Dios.
4 Todo lo que es bueno me pertenece porque así lo dispuso Dios.
5 Por ser Quien soy no puedo sufrir pérdida alguna, ni privaciones ni dolor.
6 Mi Padre me sustenta, me protege y me dirige en todo.
7 El cuidado que me prodiga es infinito y eterno.
8 Soy eternamente bendito por ser Su Hijo.



26 feb 2013

LECCIÓN 57


Repasemos hoy las siguientes ideas:

1. (31) No soy víctima del mundo que veo.
2 ¿Cómo puedo ser la víctima de un mundo que podría quedar completamente des-hecho si así lo eligiese?
3 Mis cadenas están sueltas.
4 Puedo desprenderme de ellas sólo con desearlo.
5 La puerta de la prisión está abierta.
6 Puedo marcharme en cualquier momento sólo con echar a andar.
7 Nada me retiene en este mundo.
8 Sólo mi deseo de permanecer aquí me mantiene prisionero.
9 Quiero renunciar a mis desquiciados deseos y caminar por fin hacia la luz del sol.

2. (32) He inventado el mundo que veo.
2 Yo mismo erigí la prisión en la que creo encontrarme.
3 Basta con que reconozca esto y quedo libre.
4 Me he engañado a mí mismo al creer que era posible aprisionar al Hijo de Dios.
5 He estado terriblemente equivocado al creer esto, y ya no lo quiero seguir creyendo.
6 El Hijo de Dios no puede sino ser libre eternamente.
7 Es tal como Dios lo creó y no lo que yo he querido hacer de él.
8 El Hijo de Dios se encuentra donde Dios quiere que esté y no donde yo quise mantenerlo prisionero.

3. (33) Hay otra manera de ver el mundo.
2 Dado que el propósito del mundo no es el que yo le he asignado, tiene que haber otra manera de verlo.
3 Veo todo al revés y mis pensamientos son lo opuesto a la verdad.
4 Veo el mundo como una prisión para el Hijo de Dios.
5 Debe ser, pues, que el mundo es realmente un lugar donde él puede ser liberado.
6 Quiero contemplar el mundo tal como es y verlo como un lugar donde el Hijo de Dios encuentra su libertad.

4. (34) Podría ver paz en lugar de esto.
2 Cuando vea el mundo como un lugar de libertad, me daré cuenta de que refleja las leyes de Dios en lugar de las reglas que yo inventé para que él obedeciera.
3 Comprenderé que es la paz, no la guerra, lo que mora en él.
4 Y percibiré asimismo que la paz mora también en los corazones de todos los que comparten este lugar conmigo.

5. (35) Mi mente es parte de la de Dios.
2 Soy muy santo.
3 A medida que comparto la paz del mundo con mis hermanos empiezo a comprender que esa paz brota de lo más profundo de mí mismo.
4 El mundo que contemplo ha quedado iluminado con la luz de mi perdón y refleja dicho perdón de nuevo sobre mí.
5 En esta luz empiezo a ver lo que mis ilusiones acerca de mí mismo ocultaban.
6 Empiezo a comprender la santidad de toda cosa viviente, incluyéndome a mí mismo, y su unidad conmigo.



25 feb 2013

LECCIÓN 56


Nuestro repaso de hoy abarca lo siguiente:

1. (26) Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad.
2 ¿Cómo puedo saber quién soy cuando creo estar sometido a continuos ataques?
3 El dolor, la enfermedad, la pérdida, la vejez y la muerte parecen acecharme.
4 Todas mis esperanzas, aspiraciones y planes parecen estar a merced de un mundo que no puedo controlar.
5 Sin embargo, la seguridad perfecta y la plena realización constituyen mi verdadera herencia.
6 He tratado de despojarme de mi herencia a cambio del mundo que veo.
7 Pero Dios la ha salvaguardado para mí.
8 Mis pensamientos reales me enseñarán lo que es mi herencia.

2. (27) Por encima de todo quiero ver.
2 Al reconocer que lo que veo es un reflejo de lo que creo ser, me doy cuenta de que mi mayor necesidad es la visión.
3 El mundo que veo da testimonio de cuán temerosa es la naturaleza de la imagen que he forjado de mí mismo.
4 Si he de recordar quién soy, es esencial que abandone esta imagen de mí mismo.
5 A medida que dicha imagen sea reemplazada por la verdad, se me concederá la visión.
6 Y con esta visión contemplaré al mundo y a mí mismo con caridad y con amor.

3. (28) Por encima de todo quiero ver de otra manera.
2 El mundo que veo mantiene en vigor la temerosa imagen que he forjado de mí mismo y garantiza su continuidad.
3 Mientras siga viendo el mundo tal como lo veo ahora, la verdad no podrá alborear en mi conciencia.
4 Dejaré que la puerta que se encuentra detrás de este mundo se abra, para así poder mirar más allá de él al mundo que refleja el Amor de Dios.

4. (29) Dios está en todo lo que veo.
2 Tras cada imagen que he forjado, la verdad permanece inmutable.
3 Tras cada velo que he corrido sobre la faz del amor, su luz sigue brillando sin menoscabo.
4 Más allá de todos mis descabellados deseos se encuentra mi voluntad, unida a la Voluntad de mi Padre.
5 Dios sigue estando en todas partes y en todas las cosas eternamente.
6 Y nosotros, que somos parte de Él, habremos de ver más allá de las apariencias, y reconocer la verdad que yace tras todas ellas.

5. (30) Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente. 
2 En mi propia mente, aunque oculto por mis desquiciados pensamientos de separación y ataque, yace el conocimiento de que todo es uno eternamente.
3 Yo no he perdido el conocimiento de Quién soy por el hecho de haberlo olvidado.
4 Ha sido salvaguardado para mí en la Mente de Dios, Quien no ha abandonado Sus Pensamientos.
5 Y yo, que me cuento entre ellos, soy uno con ellos y uno con Él.

24 feb 2013

LECCIÓN 55


El repaso de hoy incluye lo siguiente:

1. (21) Estoy decidido a verlas cosas de otra manera.
2Lo que ahora veo no son sino signos de enfermedad, desastre y muerte.
3 Esto no puede ser lo que Dios creó para Su Hijo bien amado.
4 El hecho en sí de que vea tales cosas demuestra que no entiendo a Dios.
5 Por lo tanto, tampoco entiendo a Su Hijo.
6 Lo que veo me muestra que no sé quién soy.
7 Estoy decidido a ver los testigos de la verdad en mí, en vez de aquellos que me muestran una ilusión de mí mismo.

2. (22) Lo que veo es una forma de venganza.
2 El mundo que veo no es en modo alguno la representación de pensamientos amorosos.
3 Es un cuadro en el que todo se ve atacado por todo.
4 Es cualquier cosa menos un reflejo del Amor de Dios y del amor de Su Hijo.
5 Son mis propios pensamientos de ataque los que dan lugar a este cuadro.
6 Mis pensamientos amorosos me librarán de esta percepción del mundo y me brindarán la paz que Dios dispuso que yo tuviese.

3. (23) Puedo escaparme de este mundo renunciando a los pensamientos de ataque.
2 En esto, y sólo en esto, radica la salvación.
3 Si no albergase pensamientos de ataque no podría ver un mundo de ataque.
4 A medida que el perdón permita que el amor retorne a mi conciencia, veré un mundo de paz, seguridad y dicha.
5 Y esto es lo que elijo ver, en lugar de lo que ahora contemplo.

4. (24) No percibo lo que más me conviene.
2 ¿Cómo podría reconocer lo que más me conviene si no sé quién soy?
3 Lo que yo creo que más me convendría no haría sino atarme aún más al mundo de las ilusiones.
4 Estoy dispuesto a seguir al Guía que Dios me ha dado para descubrir qué es lo que más me conviene, reconociendo que no puedo percibirlo por mi cuenta.

5. (25) No sé cuál es el propósito de nada.
2 Para mí, el propósito de todas las cosas es probar que las ilusiones que abrigo con respecto a mí mismo son reales.
3 Para eso es para lo que trato de usar a todo el mundo y todas las cosas.
4 Para eso es para lo que creo que es el mundo.
5 Por lo tanto, no reconozco su verdadero propósito.
6 El propósito que le he asignado ha dado lugar a una imagen aterradora del mismo.
7 Quiero que mi mente se vuelva receptiva al verdadero propósito del mundo renunciando al que le he asignado, y descubrir la verdad acerca de él.

23 feb 2013

LECCIÓN 54


Éstas son las ideas para el repaso de hoy:

1. (16) No tengo pensamientos neutros.
2 Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pensamientos tienen poder. 
3 O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real.  
4 Pero es imposible que no tengan efectos.  
5 Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregidos. 
6 Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdaderos y falsos. 
7 Tienen que ser lo uno o lo otro. 
8 Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.

2. (17) No veo cosas neutras.
2 Lo que veo da testimonio de lo que pienso. 
3 Si no pensase no existiría, ya que la vida es pensamiento.
4 Permítaseme mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo. 
5 Sé que éste puede cambiar. 
6 Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también.

3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
2 Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo privado. 
3 Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiese convertir en la base del mundo que veo.  
4 Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada. 
5 Puedo invocar también mis pensamientos reales,  los  cuales  comparto  con  todo  el mundo.  
6 Así  como  mis  pensamientos  de  separación  invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales. 
7 Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran alboreará en su visión así como en la mía.

4. (19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.
2 No soy el único en nada. 
3 Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo. 
4 Un Hijo de Dios no puede pensar, hablar o actuar en vano. 
5 No puede ser el único en nada. 
6 Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el poder de Dios.

5. (20) Estoy decidido a ver.
2 Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver. 
3 Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado. 
4 Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. 
5 Quiero contemplar el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una

22 feb 2013

LECCIÓN 53


Hoy repasaremos lo siguiente:

1. (11) Mis pensamientos sin significado me están mostrando un mundo sin significado.
2 Dado que los pensamientos de que soy consciente no significan nada, el mundo que los refleja no puede tener significado. 
3 Lo que da lugar a este mundo es algo demente, como lo es también el resultado de ello.
4 La realidad no es demente, y yo tengo pensamientos reales así como dementes. 
5 Por lo tanto, puedo ver un mundo real, si recurro a mis pensamientos reales como guía para ver.

2. (12) Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.
2 Los pensamientos dementes perturban. 
3 Dan lugar a un mundo en el que no hay orden de ninguna clase.
4 Sólo el caos puede regir en un mundo que representa una manera de pensar caótica, y el caos es la ausencia total de leyes. 
5 No puedo vivir en paz en un mundo así. 
6 Estoy agradecido de que este mundo no sea real, y de que no necesito verlo en absoluto, a menos que yo mismo elija otorgarle valor.  
7 Elijo no otorgarle valor a lo que es completamente demente y no tiene significado.

3. (13) Un mundo sin significado engendra temor.
2 Lo que es totalmente demente engendra temor porque no se puede contar con ello en absoluto, ni da pie a que se le tenga confianza.  
3 En la demencia no hay nada en lo que se pueda confiar.  
4 No ofrece seguridad ni esperanza. 
5 Pero un mundo así no es real. 
6 Le he conferido la ilusión de realidad y he sufrido por haber creído en él. 
7 Elijo ahora dejar de creer en él y depositar mi confianza en la realidad. 
8 Al elegir esto, me escaparé de todos los efectos del mundo del miedo porque estaré reconociendo que no existe.

4. (14) Dios no creó un mundo sin significado.
2 ¿Cómo puede ser que exista un mundo sin significado si Dios no lo creó?  
3 Él  es la Fuente de todo significado y todo lo que es real está en Su Mente. 
4 Está en mi mente también porque Él lo creó conmigo.
5 ¿Por qué he de seguir sufriendo por los efectos de mis pensamientos dementes cuando  la perfección de la creación es mi hogar? 
6 Quiero recordar el poder de mi decisión y reconocer mi verdadera morada.

5. (15) Mis pensamientos son imágenes que yo mismo he fabricado.
2 Todo lo que veo refleja mis pensamientos. 
3 Son mis pensamientos los que me dicen dónde estoy y lo que soy. 
4 El hecho de que vea un mundo en el que hay sufrimiento, en el que se puedan experimentar pérdidas y en el que se pueda morir, me muestra que lo único  que  estoy viendo  es  la representación de mis pensamientos dementes, y que no estoy permitiendo que mis pensamientos reales viertan su benéfica luz sobre lo que veo. 
5 No obstante, el camino de Dios es seguro. 
6 Las imágenes que he fabricado no pueden prevalecer contra Él porque no es mi voluntad que lo hagan.  
7 Mi voluntad es la Suya, y no antepondré otros dioses a Él.



21 feb 2013

LECCIÓN 52


El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:

1. (6) Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.
2 La realidad no es nunca atemorizante. 
3 Es imposible que pudiese disgustarme. 
4 La realidad sólo brinda perfecta paz.
5 Cuando estoy disgustado es porque he reemplazado- la realidad con ilusiones que yo mismo he fabricado. 
6 Las ilusiones me causan disgusto porque al haberles conferido realidad, veo la realidad como una ilusión. 
7 Nada en la creación de Dios se ve afectado en modo alguno por mi confusión. 
8 Siempre estoy disgustado por nada.

2. (7) Sólo veo el pasado.
2 Cuando miro a mi alrededor, condeno el mundo que veo. 
3 A eso es a lo que yo llamo ver. 
4 Uso el pasado en contra de todo el mundo y de todas las cosas, convirtiéndolos así en mis enemigos. 
5 Cuando me haya perdonado a mí mismo y haya recordado Quién soy, bendeciré a todo el mundo y a todo cuanto vea. 
6 No habrá pasado, y, por lo tanto, tampoco enemigos. 
7 Y contemplaré con amor todo aquello que antes no podía ver.

3. (8) Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
2 Veo únicamente mis propios pensamientos, y mi mente está absorbida con el pasado. 
3 ¿Qué es lo que puedo ver, entonces, tal como es? 
4 Permítaseme recordar que me fijo en el pasado para prevenir que el presente alboree en mi mente. 
5 Permítaseme entender que estoy tratando de usar el tiempo en contra de Dios. 
6 Permítaseme aprender a dejar atrás el pasado, dándome cuenta de que al hacer eso no estoy renunciando a nada.

4. (9) No veo nada tal como es ahora.
2 Si no veo nada tal como es ahora, ciertamente se puede decir que no veo nada. 
3 Solamente puedo ver lo que está aquí ahora. 
4 La elección no es entre si ver el pasado o el presente; la elección es sencillamente entre ver o no ver.  
5 Lo que he elegido ver me ha costado la visión.  
6 Ahora quiero elegir de nuevo, para poder ver. 

5. (10) Mis pensamientos no significan nada.
2 No tengo pensamientos privados. 
3 Sin embargo, es únicamente de. mis pensamientos privados de los que soy  consciente.  
4 ¿Qué  significado  pueden  tener  dichos  pensamientos?  
5 No  existen,  de  modo  que  no significan nada. 
6 No obstante, mi mente es parte de la creación y parte de su Creador. 
7 ¿No sería acaso preferible que me uniese al pensamiento del universo en vez de oscurecer todo aquello que realmente me pertenece con mis míseros e insignificantes pensamientos "privados"?

20 feb 2013

LECCIÓN 51


PRIMER REPASO
Introducción
1. Hoy comenzaremos una serie de sesiones de repaso. 
2 Cada una de ellas abarcará cinco de las ideas ya presentadas; comenzando con la primera y terminando con la quincuagésima.  
3 A cada idea le siguen un breve comentario que debes tener en cuenta al hacer tu repaso.  
4 Durante las sesiones de práctica, los
ejercicios deben llevarse a cabo de la siguiente manera:
2. Comienza el día leyendo las cinco ideas, incluyendo los comentarios. 
2 De ahí en adelante no es necesario seguir un orden determinado al repasarlas, aunque se debe practicar con cada una de ellas por lo menosuna vez.
3 Dedica dos minutos o más a cada sesión de práctica, pensando en la idea y en los comentarios que le siguen después que los hayas leído. 
4 Haz esto tan a menudo como te sea posible durante el día. 
5 Si una  de  las  cinco  ideas  te  atrae  más  que  las  otras,  concéntrate  en  ella.  
6 Sin  embargo,  asegúrate  de repasarlas todas una vez más al final del día.
3.  No es necesario abarcar, ni literal ni concienzudamente, los comentarios que siguen a cada idea en las sesiones de práctica.
2 Trata, más bien, de poner de relieve el punto central y de pensar en dicho comentario como parte de tu repaso de la idea en cuestión. 
3 Después de leer la idea y sus comentarios, los ejercicios deben hacerse, a ser posible, con los ojos cerrados y cuando estés solo en un lugar tranquilo.
4. Hacemos hincapié en este procedimiento para las sesiones de práctica debido a la etapa de aprendizaje en la que te encuentras.  
2 Es necesario, sin embargo, que aprendas que no necesitas ningún ambiente especial  donde  aplicar  lo  que  has  aprendido.  
3 Tendrás  más  necesidad  de  tu  aprendizaje  en  aquellas situaciones que parecen desagradables que en las que aparentan ser apacibles y serenas. 
4 El propósito de tu aprendizaje es capacitarte para que la quietud te acompañe donde quiera que vayas, y para que cures toda aflicción e inquietud.  
5 Esto no se consigue evadiendo tales situaciones y buscando un refugio donde poder aislarte.
5. Ya aprenderás que la paz forma parte de ti y que sólo requiere que estés presente para que ella envuelva cualquier situación en la que te encuentres. 
2 Y finalmente aprenderás que no hay límite con respecto a dónde tú estás, de modo que tu paz está en todas partes, al igual que tú.
6. Notarás que, para los efectos de este repaso, algunas de las ideas no se presentan en su forma original. 
2 Úsalas tal como se presentan aquí. 
3 No es necesario volver a las lecciones originales, ni aplicar las ideas tal como se sugirió entonces. 
4 En lo que ahora estamos haciendo hincapié es en la relación que existe entre las primeras cincuenta ideas que hemos presentado hasta el momento y en la cohesión del sistema de pensamiento hacia el cual te están conduciendo.

LECCIÓN 51
El repaso de hoy abarca las siguientes ideas:

(1) Nada de lo que veo significa riada.
2 La razón de que esto sea así es que veo lo que no es nada y lo que no es nada no tiene significado. 
3 Es necesario que reconozca esto, para poder aprender a ver. 
4 Lo que ahora creo ver ocupa el lugar de la visión. 
5 Tengo que desprenderme de ello dándome cuenta de que no significa nada, para que de este modo la visión pueda ocupar el lugar que le corresponde.

(2) Le he dado a todo lo que veo todo el significado que tiene para mí.
2 He juzgado todo lo que veo, y eso, y sólo eso, es lo que veo. 
3 Eso no es visión. 
4 Es meramente una ilusión de realidad porque he juzgado sin tomar en cuenta la realidad. 
5 Estoy dispuesto a reconocer la falta de validez de mis juicios porque quiero ver. 
6 Mis juicios me han hecho daño, y no quiero ver basándome en ellos.

(3) No entiendo nada de lo que veo.
2 ¿Cómo puedo entender lo que veo si lo he juzgado erróneamente? 
3 Lo que veo es la proyección de mis propios errores de pensamiento.  
4 No entiendo lo que veo porque no es comprensible.  
5 No  tiene sentido tratar de entenderlo. 
6 Pero sí tiene sentido que me desprenda de ello y dé cabida a lo que se puede ver, entender y amar.
7 Puedo intercambiar lo que ahora veo por ésto, sólo con estar dispuesto a ello. 
8 ¿No es ésta una mejor elección que la que hice antes?

(4) Estos pensamientos no significan nada.
2 Los pensamientos de los que soy consciente no significan nada porque estoy tratando de pensar sin Dios. 
3 Lo que yo llamo  "mis"  pensamientos  no  son  mis  pensamientos  reales  en  absoluto.  
4 Mis  pensamientos  reales  son  los pensamientos que pienso con Dios. 
5 No soy consciente de ellos porque he inventado mis  pensamientos para que ocupasen su lugar. 
6 Estoy dispuesto a reconocer que mis pensamientos no significan nada y a abandonarlos. 
7 Elijo reemplazarlos por los que ellos tuvieron como propósito reemplazar.  
8 Mis pensamientos no significan nada, sin embargo, toda la creación descansa en los pensamientos que pienso con Dios.

(5) Nunca estoy disgustado por la razón que creo.
2 Nunca estoy disgustado por la razón que creo porque estoy tratando constantemente de justificar mis pensamientos.
3 Estoy tratando constantemente de hacer que sean verdad. 
4 Hago de todas las cosas mi enemigo de modo que mi ira esté justificada y mis ataques sean merecidos. 
5 No me he dado cuenta del mal uso que he hecho de todo lo que veo asignándole ese papel. 
6 He hecho esto para defender un sistema de pensamiento que me ha hecho daño y que ya no deseo. 
7 Estoy dispuesto a abandonarlo.

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No realizaré comentarios en los ejercicios de repaso.



19 feb 2013

LECCIÓN 50


El Amor de Dios es mi sustento.

1.  He aquí la respuesta a cualquier problema que se te presente, hoy, mañana o a lo largo del tiempo.
2 Crees que lo que te sustenta en este mundo es todo menos Dios. 
3 Has depositado tu fe en los símbolos más triviales  y  absurdos:  en  píldoras,  dinero,  ropa  "protectora",  influencia,  prestigio,  caer  bien,  estar  "bien" relacionado y en una lista interminable de cosas huecas y sin fundamento a las que dotas de poderes mágicos.

2.  Todas esas cosas son tus sustitutos del Amor de Dios. 
2 Todas esas cosas se atesoran para asegurar la identificación con el cuerpo. 
3 Son himnos de alabanza al ego. 
4 No deposites tu fe en lo que no tiene valor.
5 No te sustentará.

3. Sólo el Amor de Dios te protegerá en toda circunstancia. 
2 Te rescatará de toda tribulación y te elevará por encima de todos los peligros que percibes en este mundo a un ambiente de paz y seguridad perfectas. 
3 Te llevará a un estado mental que no puede verse amenazado ni perturbado por nada, y en el que nada puede interrumpir la eterna calma del Hijo de Dios.

4.  No deposites tu fe en ilusiones.
2 Te fallarán.  
3 Deposita toda tu fe en el Amor de Dios en ti: eterno, inmutable y por siempre indefectible.  
4 Ésta es la respuesta a todo problema que se te presente hoy.  
5 Por medio del Amor de Dios en ti puedes resolver toda aparente dificultad sin esfuerzo alguno y con absoluta confianza.  
6 Dite esto a ti mismo con frecuencia hoy.  
7 Es una declaración de que te has liberado de la creencia en ídolos. 
8 Es tu reconocimiento de la verdad acerca de ti.

5. Durante diez minutos dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, deja que la idea de hoy se adentre muy hondo en tu conciencia. 
2 Repítela, reflexiona sobre ella, deja que pensamientos afines vengan a ayudarte a reconocer su verdad, y permite que la paz se extienda sobre ti como un manto de protección y seguridad.
3 No permitas que ningún pensamiento vano o necio venga a perturbar la santa mente del Hijo de Dios. 
4 Tal es el Reino de los Cielos. 
5 Tal es el lugar de descanso donde tu Padre te ubicó eternamente.


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50 ejercicios, 50 días. Creo que muchas cosas han cambiado en mi, aunque realmente sólo ha cambiado una; mi percepción de las cosas. Realmente hay otra forma de ver las situaciones y a las personas. Esta otra manera de percibir, causa menos conflictos en mi mente, hay que seguir trabajando, pues los resultados los percibo como positivos.

Cada vez es más difícil expresar con palabras las emociones. Incluso creo que no debería llamarlas emociones, puesto que lo que siento no se parece en nada a lo que sentía al principio de este proceso.

Veo en los que me rodean mis carencias y mis avances. Recuerdo el pasado desde este nuevo prisma y la vida adquiere otro color. Donde antes había miedo en cualquiera de sus matices, ahora hay comprensión, que es santidad en el sentido de inocencia.




18 feb 2013

LECCIÓN 49


La Voz de Dios me habla durante todo el día.

1.  Es muy posible escuchar la Voz de Dios durante todo el día sin que ello interrumpa para nada tus actividades normales. 
2 La parte de tu mente donde reside la verdad está en constante comunicación con Dios, tanto si eres consciente de ello como si no. 
3 Es la otra parte de tu mente la que opera en el mundo y la que obedece sus leyes. 
4 Ésa es la parte que está constantemente distraída, y que es desorganizada y sumamente insegura.

2. La parte que está escuchando a la Voz de Dios es serena, está en continuo reposo y llena de absoluta seguridad.  
2 Es la única parte que realmente existe.  
3 La otra es una loca ilusión, frenética y perturbada, aunque desprovista de toda realidad. 
4 Trata hoy de no prestarle oídos. 
5 Trata de identificarte con la parte de tu mente donde la quietud y la paz reinan para siempre.  
6 Trata de oír la Voz de Dios llamándote amorosamente recordándote que tu Creador no se ha olvidado de Su Hijo.

3. Hoy necesitaremos por lo menos cuatro sesiones de práctica de cinco minutos cada una, e incluso más si es posible. 
2 De hecho, trataremos de oír la Voz de Dios recordándote a Dios y a tu Ser. 
3 Abordaremos el más santo y gozoso de todos los pensamientos llenos de confianza, sabiendo que al hacer esto estamos uniendo nuestra voluntad a la Voluntad de Dios. 
4 Él quiere que oigas Su Voz. 
5 Te la dio para que la oyeses.

4.  Escucha en profundo silencio.  
2 Permanece muy quedo y abre tu mente.  
3 Ve más allá de todos los chillidos estridentes e imaginaciones enfermizas que encubren tus verdaderos pensamientos y empañan tu eterno vínculo con Dios:
4 Sumérgete profundamente en la paz que te espera más allá de los frenéticos y tumultuosos  pensamientos,  sonidos  e  imágenes  de  este  mundo  demente.  
5 No vives aquí.  
6 Estamos tratando de llegar a tu verdadero hogar. 
7 Estamos tratando de llegar al lugar donde eres verdaderamente bienvenido. 
8 Estamos tratando de llegar a Dios.

5.  No  te  olvides  de  repetir  la  idea  de  hoy  frecuentemente.  
2 Hazlo  con  los  ojos  abiertos  cuando  sea necesario, pero ciérralos siempre que sea posible.  
3 Y asegúrate de sentarte quedamente y de repetir la idea cada vez que puedas, cerrando los ojos al mundo, y comprendiendo que estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.


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Al realizar los ejercicios de hoy, una sensación me ha sorprendido, la introspección hacia la paz, hacia el silencio de la mente, hacia la observación sin manipulación, me ha recordado la impresión que dejan en mi los sueños lúcidos.
Cuando siendo consciente de que estoy soñando, me convierto en espectador y al mismo tiempo sigo interactuando con mi sueño. De algún sitio, que parece ajeno a mi mente, brotan imágenes, sensaciones y acontecimientos que, de manera simbólica, me revelan informaciones de distinto tipo que me permiten comprender    cosas que hasta ese momento, en vigilia, había sido incapaz de pensar.

Hoy, en medio del quehacer diario, tomando esa misma actitud de observación y al mismo tiempo sin dejar de actuar, la vida cotidiana, "la realidad", me ha parecido un sueño. Mi atención hacia las personas y situaciones se ha vuelto mas calmada, no sentía la necesidad de juzgar o interpretar lo que sucedía, simplemente sentía la tranquilidad del que está soñando, todo es tan real, todo es coherente, mi ser físico forma parte de este sueño, pero mi mente sabe que no soy el personaje que interpreto.

No he escuchado la voz de Dios, aunque si la hubiese escuchado, probablemente no podría reconocerla, o tal vez cuando la escuche, sea para despertar del sueño.

Primero miramos en nuestro interior y decidimos qué clase de mundo queremos ver, luego lo proyectamos afuera y hacemos que sea real para nosotros. Así quedamos atrapados en nuestro propio sueño.(UCDM)



17 feb 2013

LECCIÓN 48


No hay nada que temer.

1. La idea de hoy afirma simplemente un hecho. 
2 No es un hecho para los que creen en ilusiones, mas las ilusiones no son hechos. 
3 En realidad no hay nada que temer. 
4 Esto es algo muy fácil de reconocer. 
5 Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es muy difícil reconocerlo.

2. Las sesiones de práctica de hoy serán muy cortas, muy simples y muy frecuentes. 
2 Repite sencillamente la idea tan a menudo como puedas.  
3 Puedes hacerlo con los ojos abiertos en cualquier momento o situación. 
4 Recomendamos enérgicamente, no obstante, que siempre que puedas cierres los ojos durante aproximadamente un minuto y repitas la idea lentamente para tus adentros varias veces.
5 Es especialmente importante también que la uses de inmediato si observas que algo perturba tu paz mental.

3.  La  presencia  del  miedo  es  señal  inequívoca  de  que  estás  confiando  en  tu  propia  fortaleza.  
2 La conciencia de que no hay nada que temer indica que en algún lugar de tu mente, aunque no necesariamente en un lugar que puedas reconocer, has recordado a Dios y has dejado que Su fortaleza ocupe el lugar de tu debilidad. 
3 En el instante en que estés dispuesto a hacer eso, ciertamente no habrá nada que temer.


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Soy una célula, existo separado de otras células, soy independiente, tengo necesidades físicas que debo atender para seguir sobreviviendo. Pero formo parte de un todo mayor, mi existencia no tiene sentido separada de las demás células que me rodean ni separado del propósito (un cuerpo mayor), que desde mi humilde percepción, soy incapaz de entender.

Como una célula de un cuerpo, recibo constantemente información del exterior de la membrana que me rodea, analizo los datos y reacciono en función de ellos para seguir manteniéndome "vivo".

Alejado del propósito, toda la información que recibo la percibo como un ataque, el medio es hostil y cualquier descuido de mi parte puede llevarme a la perdida de mi identidad, de mi estatus.

La nueva "visión" es una percepción más amplia de la realidad, todo cobra sentido aunque desde mi posición no pueda entenderlo.
No hay nada que temer, porque nunca estoy solo, porque lo que hacen los demás, las circunstancias y los acontecimientos, forman parte de ese mismo propósito.

No hay ninguna célula en el cuerpo que sobre, cada una cumple su función en su momento. Si yo fuese una célula encargada de regenerar la piel, por ejemplo, me parecería que otra célula, encargada de fagocitar el tejido infectado está haciendo lo contrario que yo, por lo que la percibiría como un enemigo, destruye todo aquello que yo defiendo. Pero visto desde el "propósito", su función es tan importante y necesaria como la mía, forma también parte de un todo mayor y cumple con su función.

Desde este punto de vista, desaparecen todos los juicios, su presencia no me intimida, no me causa trastorno. Si bien es cierto que en esta fase no puedo entender ciertos comportamientos, tengo la opción (libre albedrío) de percibir su proceder desde el punto de vista de la célula (el ego) o desde el punto de vista de la parte dentro de un todo mayor (Dios).

La primera opción me causa dolor, miedo, intranquilidad, ira... Mi proceder en ese estado se vuelve caótico y afecta a los que me rodean, a mis circunstancias, e interfieren en mi función, en mi "misión".
La segunda opción me centra, me permite fluir y sentir la paz de estar haciendo lo correcto. No hay nada que perdonar pues no hay pecado, no hay nada que juzgar pues no hay elección. No hay nada que temer pues nada es un ataque ni puede ser una pérdida, todo forma parte de la evolución.

Yo no lo se, pero es posible que esto sea el AMOR.





16 feb 2013

LECCIÓN 47


Dios es la fortaleza en la que confío.

1. Si sólo confías en tus propias fuerzas, tienes todas las razones del mundo para sentirte aprensivo, ansioso y atemorizado.  
2 ¿Qué puedes predecir o controlar?  
3 ¿Qué hay en ti con lo que puedas contar?
4 ¿Qué te podría capacitar para ser consciente de todas las facetas de un problema, y de resolverlos de tal manera que de ello sólo resultase lo bueno? 
5 ¿Qué hay en ti que te permita poder reconocer la solución correcta, y garantizar su consecución?

2. Por ti mismo no puedes hacer ninguna de esas cosas. 
2 Creer que puedes es poner tu confianza en algo que no es digno de ella, y justificar el miedo, la ansiedad, la depresión, la ira y el pesar.  
3 ¿Quién puede depositar su fe en la debilidad y sentirse seguro?  
4 Por otra parte, ¿quién puede depositar su fe en la fortaleza y sentirse débil?

3.  Dios es tu seguridad en toda circunstancia.  
2 Su Voz habla por Él en toda situación y en todos los aspectos  de cada  situación,  diciéndote exactamente  qué  es  lo que tienes que hacer para invocar Su fortaleza y Su protección. 
3 En esto no hay excepciones porque en Dios no hay excepciones. 
4 Y la Voz que habla por Él piensa como Él.

4.  Hoy trataremos de llegar más allá de tu debilidad hasta la Fuente de la verdadera fortaleza.  
2 Son necesarias hoy cuatro sesiones de práctica de cinco minutos cada una, aunque se te exhorta a que hagas más y a que les dediques más tiempo. 
3 Cierra los ojos y comienza como de costumbre repitiendo la idea de hoy. 
4 Luego dedica un minuto o dos a buscar situaciones en tu vida que hayas revestido de temor, y desecha cada una de ellas diciéndote a ti mismo:
5 Dios es la fortaleza en la que confío.

5. Trata ahora de deslizarte más allá de todas las preocupaciones relacionadas con tu propia sensación de insuficiencia. 
2 Es obvio que cualquier situación que te causa inquietud está asociada con sentimientos de insuficiencia, pues, de lo contrario, creerías que puedes lidiar con la situación con éxito. 
3 Confiando en ti mismo no es la manera de adquirir confianza. 
4 Mas la fortaleza de Dios en ti tiene éxito en todo.

6.  Reconocer tu propia debilidad es un paso necesario para la corrección de tus errores, pero no es suficiente para darte la confianza que necesitas, y a la que tienes derecho.  
2 Debes adquirir asimismo la conciencia de que confiar en tu verdadera fortaleza está plenamente justificado en relación con todo y en
toda circunstancia.

7. En la última fase de cada sesión de práctica, trata de llegar muy hondo dentro de tu mente a un lugar de verdadera seguridad. 
2 Reconocerás que has llegado cuando sientas una profunda sensación de paz, por muy breve que sea. 
3 Despréndete de todas las trivialidades que bullen y burbujean en la superficie de tu mente, y sumérgete por debajo de ellas hasta llegar al Reino de los Cielos. 
4 Hay un lugar en ti donde hay perfecta paz. 
5 Hay un lugar en ti en el que nada es imposible. 
6 Hay un lugar en ti donde mora la fortaleza de Dios.

8. Repite la idea frecuentemente en el transcurso del día. 
2 Úsala como respuesta a cualquier cosa que te perturbe. 
3 Recuerda que tienes derecho a la paz porque estás depositando tu confianza en la fortaleza de Dios.


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Hoy he integrado el pensamiento en mi quehacer diario. Ante las situaciones que se presentaban renuncié al control, dejé que fluyesen ante mi y observé cada una de las situaciones que ocurrian y cada una se las percepciones que sentía, sin inmiscuirme, sereno.

Dios es la fortaleza en la que confío.

Tomé consciencia de que era incapaz de entender porqué y para qué sucedian las cosas que estaba viviendo, pero confié en que todo formaba parte de un plan mayor predispuesto para evolucionar hacia estados superiores de conciencia donde la paz, "el cielo", es su único objetivo.

Confié en que todo estaba bien, no cuestione a través de mi pasado, ni valoré los hechos en función de objetivos futuros. Sentí paz, me sentí bien, la vida tiene un sabor dulce que nunca había experimentado. Y lo que único que tuve que hacer fue NADA.

Es desconcertante pensarlo o cuestionarlo, no puedo racionalizarlo, pero lo sentí, pude "ver" de otra manera.  




15 feb 2013

LECCIÓN 46


Dios es el Amor en el que perdono.

1. Dios no perdona porque nunca ha condenado. 
2 Y primero tiene que haber condenación para que el perdón sea necesario.  
3 El perdón es la mayor necesidad de este mundo, y esto se debe a que es un mundo de ilusiones. 
4 Aquellos que perdonan se liberan a sí mismos de las ilusiones, mientras que los que se ruegan a hacerlo se atan a ellas. 
5 De la misma manera en que sólo te condenas a ti mismo, de igual modo, sólo te perdonas a ti mismo.

2. Pero si bien Dios no perdona, Su Amor es, no obstante, la base del perdón. 
2 El miedo condena y el amor perdona.  
3 El perdón,  pues,  des-hace lo que el miedo ha producido, y lleva de nuevo a la mente a la conciencia de Dios. 
4 Por esta razón, al perdón puede llamársele verdaderamente salvación. 
5 Es el medio a través del cual desaparecen las ilusiones.

3. Los ejercicios de hoy requieren por lo menos tres sesiones de práctica de cinco minutos completos, y el mayor número posible de las más cortas.  
2 Como de costumbre, comienza las sesiones de práctica más largas repitiendo la idea de hoy para tus adentros. 
3 Cierra los  ojos mientras lo haces, y dedica un minuto o dos a explorar tu mente en busca de aquellas personas a quienes no has perdonado. 
4 No importa en qué medida no las hayas perdonado. 
5 O las has perdonado completamente o no las has perdonado en absoluto.

4. Si estás haciendo los ejercicios correctamente no deberías tener ninguna dificultad en encontrar un buen número  de  personas  a  quienes  no  has  perdonado.  
2 En  general,  se  puede  asumir  correctamente  que cualquier persona que no te caiga bien es un sujeto adecuado. 
3 Menciona cada una de ellas por su nombre, y di:
4 [Nombre], Dios es el Amor en el que te perdono.

5. El propósito de la primera fase de las sesiones de práctica de hoy es colocarte en una posición desde la que puedes perdonarte a ti mismo. 
2 Después que hayas aplicado la idea a todas las personas que te hayan venido a la mente, di para tus adentros:
3 Dios es el Amor en el que me perdono a mí mismo.
4 Dedica luego el resto de la sesión a añadir ideas afines tales como:
5 Dios es el Amor con el que me amo a mí mismo. 
6 Dios es el Amor en el que me alzo bendecido.

6. El modelo a seguir en cada aplicación puede variar considerablemente, pero no se debe perder de vista la idea central. 
2 Podrías decir, por ejemplo:
3 No puedo ser culpable porque soy un Hijo de Dios. 
4 Ya he sido perdonado.
5 El miedo no tiene cabida en una mente que Dios ama. 
6 No tengo necesidad de atacar porque el amor me ha perdonado.
7 La sesión de práctica debe terminar, no obstante, con una repetición de la idea de hoy en su forma original.

7. Las sesiones de práctica más cortas pueden consistir ya sea en una repetición de la idea de hoy en su forma original, o en una afín, según prefieras.  
2 Asegúrate, no obstante, de aplicar la idea de manera más concreta si surge la necesidad. 
3 Esto será necesario en cualquier momento del día en el que te percates de cualquier reacción negativa hacia alguien, tanto si esa persona está presente como si no. 
4 En tal caso, dile silenciosamente:
5 Dios es el Amor en el que te perdono.


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Mi peor enemigo he sido yo.

He juzgado a todo y a todos. No sabía que ese comportamiento afectaba a mi mente de una manera tan negativa, creaba en mi un conflicto tan tremendo que se somatizaba en mi cuerpo, y lo que es peor, mi estado de ánimo afecta a los que me rodean, y es de esta manera que se crea el mundo que veo y el mundo que vivo.

¿A quién tengo que perdonar?


Quiero compartir este audio con todos los que habeis llegado hasta aquí. Es una conferencia del Dr. Fermín Moriano sobre "La Nueva Medicina". Yo he vivido un cáncer y os invito; desde mi experiencia, a que lo escucheis y lo deis a conocer a aquellos que amais (con todos). Os cambiará la vida.






14 feb 2013

LECCIÓN 45


Dios es la Mente con la que pienso.

1. La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, 
2 los cuales no tienen nada que ver con lo que piensas que piensas, de la misma manera en que nada de lo que piensas que ves guarda relación alguna con la visión. 
3 No existe ninguna relación entre lo que es real y lo que tú piensas que es real.
4 Ni uno solo de los que según tú son tus pensamientos reales se parece en modo alguno a tus pensamientos reales. 
5 Nada de lo que piensas que ves guarda semejanza alguna con lo que la visión te mostrará. 

2. Piensas con la Mente de Dios.
2 Por lo tanto, compartes tus pensamientos con Él, de la misma forma en que Él comparte los Suyos contigo.  
3 Son los mismos pensamientos porque los piensa la misma Mente.
4 Compartir es hacer de manera semejante o hacer lo mismo. 
5 Los pensamientos que piensas con la Mente de Dios no abandonan tu mente porque los pensamientos no abandonan su fuente. 
6 Por consiguiente, tus pensamientos están en la Mente de Dios, al igual que tú. 
7 Están en tu mente también, donde Él está. 
8 Tal como tú eres parte de Su Mente, así también tus pensamientos son parte de Su Mente.

3. ¿Dónde  están,  pues,  tus  pensamientos  reales?  
2 Hoy  intentaremos  llegar  a  ellos.  
3 Tendremos  que buscarlos en tu mente porque ahí es donde se encuentran. 
4 Aún tienen que estar ahí, ya que no pueden haber abandonado su fuente. 
5 Lo que la Mente de Dios ha pensado es eterno, al ser parte de la creación.

4. Nuestras tres sesiones de práctica de hoy, de cinco minutos cada una, seguirán el mismo modelo general  que  usamos  al  aplicar  la  idea  de  ayer.
2 Intentaremos  abandonar  lo  irreal  y  buscar  lo  real.
3 Negaremos el mundo en favor de la verdad.  
4 No permitiremos que los pensamientos del mundo nos detengan. 
5 No dejaremos que las creencias del mundo nos digan que lo que Dios quiere que hagamos es imposible. 
6 En lugar de ello, trataremos de reconocer que sólo aquello que Dios quiere que hagamos es posible.

5. Trataremos asimismo de comprender que sólo lo que Dios quiere que hagamos es lo que nosotros queremos hacer.  
2 Y también trataremos de recordar que no podemos fracasar al hacer lo que Él quiere que hagamos. 
3 Tenemos hoy todas las razones del mundo para sentirnos seguros de que vamos a triunfar,
4 pues ésa es la Voluntad de Dios.

6. Comienza los ejercicios de hoy repitiendo la idea para tus adentros, al mismo tiempo que cierras los ojos.  
2 Luego  dedica  unos  cuantos  minutos  a  pensar  en  ideas  afines  que  procedan  de  ti,  mientras mantienes la idea presente en tu mente.
3 Una vez que hayas añadido cuatro o cinco de tus pensamientos a la idea, repite ésta otra vez mientras te dices a ti mismo suavemente:
4 Mis pensamientos reales están en mi mente. 
5 Me gustaría encontrarlos.
6 Trata luego de ir más allá de todos los pensamientos irreales que cubren la verdad en tu mente y de llegar a lo eterno.

7.  Debajo de todos los pensamientos insensatos e ideas descabelladas con las que has abarrotado tu mente, se encuentran los pensamientos que pensaste con Dios en el principio.
2 Están ahí en tu mente, ahora mismo, completamente inalterados. 
3 Siempre estarán en tu mente, tal como siempre lo han estado.
4 Todo lo que has pensado desde entonces cambiará, pero los cimientos sobre los que eso descansa son absolutamente inmutables.

8. Hacia esos cimientos es adonde los ejercicios de hoy apuntan. 
2 Ahí es donde tu mente está unida a la Mente de Dios. 
3 Ahí es donde tus pensamientos son uno con los Suyos. 
4 Para este tipo de práctica sólo se necesita una cosa: que tu actitud hacia ella sea la misma que tendrías ante un altar consagrado en el Cielo a Dios el Padre y a Dios el Hijo. 
5 Pues tal es el lugar al que estás intentando llegar.  
6 Probablemente no puedes  darte  cuenta  todavía  de  cuán  alto  estás  intentando  elevarte.  
7 Sin  embargo,  aun  con  el poco entendimiento que has adquirido hasta la fecha, deberías ser capaz de recordarte a ti mismo que esto no es un juego fútil, sino un ejercicio de santidad y un intento de alcanzar el Reino de los Cielos.

9. En las sesiones de práctica cortas de hoy, trata de recordar cuán importante es para ti comprender la santidad de la mente que piensa con Dios.
2 Mientras repites la idea a lo largo del día, dedica uno o dos minutos  a  apreciar  la  santidad  de  tu  mente.  
3 Deja  a  un  lado,  aunque  sea  brevemente,  todos  los pensamientos que son indignos de Aquel de Quien eres anfitrión.  
4 Y dale gracias por los pensamientos que Él está pensando contigo.


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Se podría resumir este ejercicio en dos palabras; "piensa bien".

Cuando toco algo que quema, aparto la mano. Cuando pienso algo que me causa dolor, ira o desasosiego sigo, erre que erre, dándole vueltas al asunto. Esto no tiene sentido, no es lógico hacerlo de esta manera, pero sin embargo, así es como actuamos con nuestros pensamientos. No quitamos la mano del objeto que quema y esto acaba por producirnos una llaga. No apartamos los pensamientos de dolor y estos acaban somatizándose en nuestro cuerpo.
Esto no tiene sentido, ¿cómo puedo hacerme esto a mi mismo?.

Existen dos sentimientos básicos; amor y miedo. Más sencillo todavía; me gusta o no me gusta. Si quiero lo mejor para mi, descartaré las cosas y pensamientos que no me gustan en favor de los que me gustan, y así el ahora, el único tiempo que realmente vivimos, será dichoso y lleno de paz.
Pero nos cuesta muchísimo renunciar a esta forma de "ver". Esta es la forma de percibir del ego para proteger su propia existencia. Nuestra identificación con el cuerpo limita nuestras reacciones. El instinto de supervivencia debería llamarse instinto de infravivencia, pues limita nuestras posibilidades de paz y felicidad.

Nuestra mente es inmortal y nuestro cuerpo efímero. Vivimos en contradicción, como si el inmortal fuese el cuerpo y la mente no importase. Damos más valor a lo mundano, a lo temporal, que al sentimiento que quedará por siempre impregnado en nosotros.

"Dios es la mente con la que pienso"

Este es el pensamiento inicial, la forma de sentir con la que nacemos originalmente. Volver a ella no es retroceder, es avanzar hacia la paz interior.
Vaciarse de pensamientos que "no me gustan", no representa aislarse del mundo o no tomar decisiones, representa estar en el mundo y actuar en base a otra percepción, a otra visión del valor de las cosas, las circunstancias y las personas. Mi estado de ánimo (ánimo significa alma), se ve reflejado en la percepción del mundo que veo. Si quiero ver un mundo lleno de armonía, de paz y de amor, no tengo que pensar en como cambiar el mundo o las circunstancias que me rodean, simplemente tengo que cambiar lo que estoy pensando (juzgando) de ellas.

La percepción inocente, la santidad, es la liberación de los juicios. Por eso el "Juicio Final" que libera las almas no es mas que el "final de los juicios".




13 feb 2013

LECCIÓN 44


Dios es la luz en la que veo.

1. Hoy continuamos con la idea de ayer, agregándole otra dimensión. 
2 No puedes ver en la oscuridad, y no puedes fabricar luz. 
3 Puedes fabricar oscuridad y luego pensar que ves en ella, pero la luz refleja vida, y es, por lo tanto, un aspecto de la creación.
4 La creación y la oscuridad no pueden coexistir, pero la luz y la vida son inseparables, pues no son sino diferentes aspectos de la creación.

2. Para poder ver, tienes que reconocer que la luz se encuentra en tu interior y no afuera. 
2 No puedes ver fuera de ti, ni tampoco se encuentra fuera de ti el equipo que necesitas para poder ver. 
3 Una parte esencial de ese e quipo es la luz que hace posible el que puedas ver. 
4 Esa luz está siempre contigo, haciendo que la visión sea posible en toda circunstancia.

3. Hoy vamos a intentar llegar hasta esa luz. 
2 Para tal fin, utilizaremos una forma de ejercicio que ya se sugirió anteriormente, y que vamos a utilizar cada vez más.  
3 Dicha forma de ejercicio es especialmente difícil para la mente indisciplinada y representa uno de los objetivos principales del entrenamiento mental.
4 Requiere  precisamente  lo  que  le  falta  a  la  mente  sin  entrenar.  
5Con  todo,  si  has  de  ver,  dicho entrenamiento tiene que tener lugar.

4. Lleva a cabo como mínimo tres sesiones de práctica hoy, cada una de tres a cinco minutos de duración.
2 Recomendamos enfáticamente que les dediques más tiempo, pero únicamente si notas que el tiempo pasa sin que experimentes ninguna sensación de tensión o muy poca.
3 La forma de práctica que vamos a utilizar hoy es la más natural y fácil del mundo para la mente entrenada, tal como parece ser la más antinatural y difícil para la mente sin entrenar.

5.  Tu mente ya no está  completamente sin entrenar.  
2 Estás  bastante listo  para aprender la forma de ejercicio que vamos a utilizar hoy, pero es posible que te topes con una gran resistencia.
3 La razón es muy simple.  
4 Al practicar de esta manera, te desprendes de todo lo que ahora crees y de todos los pensamientos  que  has  inventado.  
5 Propiamente dicho, esto constituye tu liberación del infierno.  
6 Sin embargo, si se percibe a través de los ojos del ego, es una pérdida de identidad y un descenso al infierno.

6. Si te puedes apartar del ego, aunque sólo sea un poco, no tendrás dificultad alguna en reconocer que su oposición y sus miedos no significan nada.  
2 Tal vez te resulte útil recordarte a ti mismo de vez en cuando, que alcanzar la luz es escapar de la oscuridad, independientemente de lo que creas al contrario.
3 Dios es la luz en la que ves. 
4 Estás intentando llegar a Él.

7.  Da comienzo a la sesión de práctica repitiendo la idea de hoy con los ojos abiertos, luego ciérralos lentamente  mientras  repites la idea varias veces más.  
2 Trata entonces de sumergirte en tu mente,abandonando cualquier clase de interferencia e intrusión a medida que te sumerges serenamente más allá de  ellas.
3 No hay nada, excepto tú, que pueda impedirle a tu mente hacer esto.  
4 Tu mente está sencillamente siguiendo su curso natural.  
5Trata  de  observar  los  pensamientos  que  te  vengan  sin involucrarte con ninguno de ellos, y pásalos de largo tranquilamente.

8. Si bien no se recomienda ningún enfoque en particular para esta forma de ejercicio, sí es necesario que te des cuenta de cuán importante es lo que estás haciendo, el inestimable valor que ello tiene para ti, así como que seas consciente de que estás intentando hacer algo muy sagrado. 
2 La salvación es el más feliz de todos tus logros.  
3 Es asimismo el único que tiene sentido porque es el único que tiene verdadera utilidad para ti.

9. Si experimentas cualquier clase de resistencia, haz una pausa lo suficientemente larga como para poder repetir la idea de hoy con los ojos cerrados, a no ser que notes que tienes miedo.  
2 En ese caso es probable que abrir los ojos brevemente te haga sentir más tranquilo. 
3 Trata, sin embargo, de reanudar los ejercicios con los ojos cerrados tan pronto como puedas.

10.  Si  estás  haciendo  los  ejercicios  correctamente,  deberías  experimentar  una  cierta  sensación  de relajación, e incluso sentir que te estás aproximando a la luz o de hecho adentrándote en ella. 
2 Trata de pensar en la luz, sin forma y sin límites, según pasas de largo los pensamientos de este mundo. 
3 Y no te olvides de que no te pueden atar a él a no ser que tú les des el poder de hacerlo. 

11. Durante el transcurso del día, repite la idea a menudo con los ojos abiertos o cerrados, como mejor te parezca en su momento. 
2 Pero no te olvides de repetirla. 
3 Sobre todo, decídete hoy a no olvidarte.


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Hoy no haré ningún comentario. He realizado los ejercicios y he sentido cosas que no puedo describir... Un vacío intenso, un infinito...




12 feb 2013

LECCIÓN 43


Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él.

1. La percepción no es un atributo de Dios. 
2 El ámbito de Dios es el del conocimiento. 
3 Sin embargo, Él ha creado al Espíritu Santo para que sirva de Mediador entre la percepción y el conocimiento.  
4 Sin este vínculo con Dios, la percepción habría reemplazado al conocimiento en tu mente para siempre. 
5 Gracias a  este vínculo con Dios, la percepción se transformará y se purificará en tal medida que te conducirá al conocimiento.
6 Ésa es su función tal como la ve el Espíritu Santo.  
7 Por lo tanto, ésa es en verdad su función.

2.  En Dios no puedes ver.
2 La percepción no tiene ninguna función en Dios, y no existe.  
3 Pero en la salvación, que es el proceso de erradicar lo que nunca fue, la percepción tiene un propósito sumamente importante. 
4 Habiéndola inventado el Hijo de Dios para un propósito no santo, tiene que convertirse ahora en el medio a través del cual se le restaura su santidad en su   conciencia.
5 La percepción no tiene significado.  
6 Sin embargo, el Espíritu Santo le otorga un significado muy parecido al de Dios.  
7 Una percepción que ha sanado se convierte en el medio por el que el Hijo de Dios perdona a su hermano, y, por ende, se perdona a sí mismo.

3. No puedes ver separado de Dios porque no puedes estar separado de Dios.  
2 Todo lo que haces, lo haces en Él, porque todo lo que piensas, lo piensas con Su Mente.  
3 Si la visión es real, y es real en la medida en que comparte el propósito del Espíritu Santo, entonces no puedes ver separado de Dios.

4. Hoy son necesarias tres sesiones de práctica de cinco minutos cada una. 
2 La primera debe hacerse lo más temprano que puedas; la segunda lo más tarde posible, y la tercera en el momento más oportuno y adecuado que las circunstancias y la buena disposición permitan. 
3 Al comienzo de estas sesiones repite la idea de hoy para tus adentros con los ojos cerrados. 
4 Luego mira a tú alrededor brevemente, aplicando la idea específicamente a lo que veas.  
5 Cuatro o cinco objetos durante esta fase de la sesión de práctica serán suficientes. 
6 Podrías decir, por ejemplo:
7 Dios es mi Fuente. 
8 No puedo ver este escritorio separado de Él. 
9 Dios es mi Fuente. 
10 No puedo ver ese cuadro separado de Él.

5. Si bien esta parte del ejercicio debe ser relativamente corta, asegúrate, en esta fase de la práctica, de seleccionar los objetos tan al azar como sea posible, sin controlar su inclusión o exclusión. 
2 Para la segunda fase, la más larga, cierra los ojos, repite la idea de hoy nuevamente, y luego deja que cualquier pensamiento pertinente que se te ocurra sea una aportación a la idea de hoy en tu propio estilo particular. 
3 Pensamientos tales como:
4 Veo a través de los ojos del perdón. 
5 Veo el mundo como un lugar bendito. 
6 El mundo me puede mostrar quién soy.
7 Veo mis propios pensamientos, que son como los de Dios. 
8 Cualquier pensamiento que en mayor o menor medida esté directamente relacionado con la idea de hoy es adecuado.  
9 Los pensamientos no tienen que tener una relación obvia con la idea, pero tampoco deben oponerse a ella.

6. Si ves que tu mente se distrae o si comienzas a notar la presencia de pensamientos que están en clara oposición a la idea de hoy, o si te resulta imposible pensar en algo, abre los ojos, repite la primera fase del ejercicio, y luego intenta de nuevo la segunda. 
2 No dejes transcurrir grandes lapsos de tiempo en los que te enfrascas en pensamientos irrelevantes.  
3 Para evitar eso, vuelve a la primera fase del ejercicio cuantas veces sea necesario.

7. Al aplicar la idea de hoy durante las sesiones de práctica más cortas, la forma de la idea puede variar de acuerdo con las circunstancias y situaciones en las que te encuentres en el transcurso del día.  
2 Cuando estés con otra persona, por ejemplo, trata de acordarte de decirle silenciosamente:
3 Dios es mi Fuente. 
4 No puedo verte separado de Él.
5 Esta variación puede aplicarse por igual tanto a desconocidos como a aquellas personas con las que crees tener una relación íntima. 
6 De hecho, evita a toda costa hacer distinciones de esta clase.

8.  La  idea  de  hoy  también  debe  aplicarse  en  el  transcurso  del  día  a  las  diversas  situaciones  y acontecimientos que puedan presentarse, especialmente a aquellos que de alguna forma parezcan afligirte.
2 A tal fin, aplica la idea de esta manera:
3 Dios es mi Fuente. 
4 No puedo ver esto separado de Él.

9. Si en ese momento no se presenta en tu conciencia ningún sujeto en particular, repite simplemente la idea en su forma original. 
2 Trata de no dejar pasar grandes lapsos de tiempo sin recordar la idea de hoy y, por ende, sin recordar tu función.

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Además de los ejercicios y la lectura del texto de UCDM, uno sigue viviendo en este mundo y pasan cosas. Desde este nuevo paradígma de "visión", todo adquiere un nuevo sentido, de manera natural, casi sin darnos cuenta, las cosas parecen ligarse unas a otras, las sincronicidades se suceden y los pensamientos, antes caóticos e incontrolados, surgen como respuesta a necesidades de entendimiento, como si surgiesen de un sitio más profundo. Un encuentro fortuito, una lectura al azar, una conversación o una sola palabra, hacen un "clic" en la cabeza y, como una revelación, algo que no entendiamos se hace evidente.

Sobre "la percepción y el conocimiento" surgió este texto de UCDM, que siempre estuvo ahí, que ya había leído varias veces, pero que hoy resonó en mi de manera especial.


Toda curación es una liberación del pasado. Por eso es por lo que el Espíritu Santo es el único Sanador. Él enseña que el pasado no existe, hecho éste que pertenece a la esfera del conocimiento, y que, por lo tanto, es imposible que nadie en el mundo sepa. Sería ciertamente imposible permanecer en el mundo gozando de tal conocimiento. Pues la mente que sabe eso a ciencia cierta, sabe también que vive en la eternidad, y no utiliza la percepción en absoluto. Por lo tanto, no se detiene a pensar dónde está, ya que el concepto "dónde" no significa nada para ella. Sabe que está en todas partes, de la misma manera en que lo tiene todo, y para siempre.

La diferencia palpable que existe entre la percepción y el conocimiento resulta muy evidente si consideras esto: no hay nada parcial con respecto al conocimiento. Cada uno de sus aspectos es total, y, por lo tanto, ningún aspecto está separado de otro. Tú eres un aspecto del conocimiento, al estar en la Mente de Dios, Quien te conoce. Todo conocimiento te pertenece, pues en ti reside todo conocimiento. La percepción, aun en su expresión más elevada, nunca es completa. lncluso la percepción del Espíritu Santo -la más perfecta que puede haber- no tiene significado en el Cielo. La percepción puede extenderse a todas partes bajo Su dirección, pues la visión de Cristo contempla todo en la luz. Pero no hay percepción; por muy santa que sea, que perdure eternamente.

La percepción perfecta pues, tiene muchos elementos en común con el conocimiento, haciendo que sea posible su transferencia a él. El último paso, no obstante, lo tiene que dar Dios porque el último paso de tu redención, que parece estar en el futuro, Dios lo dio ya en tu creación. La separación no ha interrumpido la creación. La creación no puede ser interrumpida. La separación no es más que una formulación equivocada de la realidad que no tiene consecuencia alguna. El milagro, que no tiene ninguna función en el Cielo, es necesario aquí. Todavía pueden verse aspectos de la realidad, los cuales reemplazarán a aspectos de la irrealidad. Los aspectos de la realidad se pueden ver en todo y en todas partes. Mas sólo Dios puede congregarlos a todos, al coronarlos cual uno solo con el don final de la eternidad.