10 mar 2013

LECCIÓN 69


Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí.

1. Nadie puede ver lo que tus resentimientos ocultan.
2 Debido a que tus resentimientos ocultan la luz del mundo en ti, todo el mundo se halla inmerso en la oscuridad, y tú junto con ellos.
3Pero a medida que elvelo de tus resentimientos se descorre, tú te liberas junto con ellos.
4Comparte tu salvación con aquel que se encontraba a tu lado cuando estabas en el infierno.
5Él es tu hermano en la luz del mundo que os salva a ambos.

2. Intentemos hoy nuevamente llegar a la luz en ti.
2 Antes de emprender esto en nuestra sesión de práctica más larga, dediquemos varios minutos a reflexionar sobre lo que estamos tratando de hacer.
3 Estamos intentando literalmente ponernos en contacto con la salvación del mundo.
4 Estamos tratando de ver más allá del velo de tinieblas que la mantiene oculta. 5 Estamos tratando de descorrer el velo y de ver las lágrimas del Hijo de Dios desaparecer a la luz del sol.

3. Hoy daremos comienzo a nuestra sesión de práctica más larga plenamente conscientes de que esto es así y armados de una firme determinación por llegar hasta aquello que nos es más querido que ninguna otra cosa.
2 La salvación es nuestra única necesidad.
3 No tenemos ningún otro propósito aquí ni ninguna otra función que desempeñar.
4 Aprender lo que es la salvación es nuestra única meta.
5 Pongamos fin a la ancestral búsqueda descubriendo la luz en nosotros y poniéndola en alto para que todos aquellos que han estado buscando con nosotros la vean y se regocijen.

4. Y ahora, muy serenamente y con los ojos cerrados, trata de deshacerte de todo el contenido que generalmente ocupa tu conciencia.
2 Piensa en tu mente como si fuera un círculo inmenso, rodeado por una densa capa de nubes obscuras.
3 Lo único que puedes ver son las nubes, pues parece como si te hallaras fuera del círculo y a gran distancia de él.

5. Desde donde te encuentras no ves nada que te indique que detrás de las nubes hay una luz brillante.
2 Las nubes parecen ser la única realidad.
3 Parece como si fueran lo único que se puede ver.
4 Por lo tanto,no tratas de atravesarlas e ir más allá de ellas, lo cual sería la única manera de convencerte realmente de su insustancialidad.
5 Eso es lo que vamos a intentar hoy.

6. Después de que hayas pensado en cuán importante es para ti y para el mundo lo que estás intentando hacer, trata de alcanzar un estado de perfecta quietud, recordando únicamente la intensidad con la que deseas alcanzar hoy mismo, en este mismo instante, la luz que resplandece en ti.
2 Resuélvete a atravesar las nubes.
3 Extiende tu mano y, en tu mente, tócalas.
4 Apártalas con la mano, y siente como rozan tus mejillas, tu frente y tus ojos a medida que las atraviesas.
5 Sigue adelante; las nubes no te pueden detener.

7. Si estás haciendo los ejercicios correctamente, empezarás a sentir como si estuvieses siendo elevado y transportado hacia adelante.
2 Tus escasos esfuerzos y tu limitada determinación invocan el poder del universo para que venga en tu ayuda, y el Propio Dios te sacará de las tinieblas y te llevará a la luz.
3 Estás actuando de acuerdo con Su Voluntad. 4No puedes fracasar porque tu voluntad es la Suya.

8. Ten confianza en tu Padre hoy y certeza de que Él te ha oído y te ha contestado.
2 Es posible que aún no reconozcas Su respuesta, pero puedes estar seguro de que se te ha dado y de que la recibirás.
3 Trata de tener presente esta certeza, según intentas atravesar las nubes en dirección a la luz.
4 Trata de recordar que por fin estás uniendo tu voluntad a la de Dios.
5 Trata de mantener claro en tu mente el pensamiento de que lo que emprendes con Dios no puede sino tener éxito.
6 Deja entonces que el poder de Dios obre en ti y a través de ti, para que se haga Su Voluntad y la tuya.

9. En las sesiones de práctica más cortas, que te conviene llevar a cabo tan a menudo como sea posible en vista de la importancia que la idea de hoy tiene para ti así como para tu felicidad, recuérdate a ti mismo que tus resentimientos ocultan la luz del mundo de tu conciencia.
2 Recuérdate también que no la estás buscando solo y que sabes dónde encontrarla.
3 Di entonces:
4 Mis resentimientos ocultan la luz del mundo en mí. 
5 No puedo ver lo que he ocultado. 
6 Mas por mi salvación y por la salvación del mundo, deseo que me sea revelado.
7 Asegúrate asimismo de decir para tus adentros:
8 Si abrigo este resentimiento la luz del mundo quedará velada para mí, si sientes hoy la tentación de abrigar algún eresentimiento contra alguien.


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Perdonar el pasado es un paso importante para permitirnos la experiencia de los milagros. El único significado de cualquier cosa que pertenezca al pasado es que nos trajo aquí, y tal es el honor que merece. Lo único que es real en nuestro pasado es el amor que dimos y el que recibimos. Todo lo demás es ilusorio. El pasado no es más que una idea que tenemos. Todo está, literalmente, en nuestra mente. El Curso nos dice: «Entrégale el pasado a Aquel que puede hacer que cambies de parecer con respecto a él por ti». Entregar el pasado al Espíritu Santo es pedir que en nuestra mente no queden más que pensamientos de amor acerca de él, y que todo lo demás desaparezca.
Lo que nos queda entonces es el presente, el único momento en que suceden los milagros. "Ponemos tanto el pasado como el futuro en manos de Dios." La frase bíblica «El tiempo ya no existirá» significa que un día viviremos plenamente en el presente, sin obsesionarnos por el pasado ni por el futuro.
El universo nos provee a cada momento de una hoja en blanco; la creación de Dios no tiene nada en contra nuestra. Nuestro problema es que no nos lo creemos. Pidamos perdón, no a "Dios, que jamás nos ha condenado", sino a nosotros mismos, por todo lo que creemos que hicimos y que dejamos de hacer. Démonos permiso para volver a empezar.




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