2 ene 2013

LECCIÓN 2


Le he dado a todo lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] todo el significado que tiene para mí.

1.  Los  ejercicios que se deben llevar a cabo con esta idea son iguales a los de la primera lección.
2 Comienza con las cosas que estén cerca de ti, y aplica la idea a cualquier cosa en la que tu mirada se pose. 
3 Extiende luego tu campo visual. 
4 Gira la cabeza de modo que puedas incluir lo que se encuentre a ambos lados de ti. 
5 Si  es posible, da la vuelta y aplica la idea a lo que se encuentre detrás de ti. 
6 Sé tan imparcial como puedas al seleccionar los objetos a los que vas a aplicar la idea; no te concentres en nada en particular, ni trates de incluir todo lo que veas en una zona determinada, ya que eso causaría tensión.

2.  Echa simplemente una rápida mirada a tu alrededor, tratando de evitar la selección de objetos en función de su tamaño, brillantez, color o material, o de la relativa importancia que tengan para ti. 
2 El simple hecho de ver un objeto lo convierte en tu selección. 
3 Trata de aplicar la idea con la misma facilidad a un cuerpo que a un botón, a una mosca que a un piso, a un brazo que a una manzana. 
4 El único criterio a seguir para aplicar la idea a algo es simplemente que tus ojos se hayan posado sobre ello. 
5 No  trates de incluir nada en particular, pero asegúrate de no excluir nada deliberadamente.



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Hoy, al fijar mi pensamiento en cada uno de los objetos, y aceptar todo el significado que tienen para mi, me ha resultado tranquilizador.

Al ser consciente de la carga emocional que siento de todo aquello que miro, de los pensamientos, recuerdos y juicios que surgen en mi cabeza, y saber que no están en el objeto, que no los produce él, sinó que están dentro de mi, he podido relajar la mente, y al contrario que ayer, no surgían más pensamientos detrás, sólo he percibido SILENCIO.

Poco a poco los objetos iban descargándose, sentía que realmente, cada uno de ellos no significaban nada.

Las cosas, las personas, los lugares, están ahí, SON, sin  motivo ni intención, existen sin más, sin que yo pueda o deba hacer nada.
Lo que sienta es tan solo cosa mía. Me acordé del principio básico del Ho'ponopono; "Cada uno es totalmente responsable de su propia vida".

Las cosas son y suceden sin que podamos hacer nada, pero la forma en las vivimos depende exclusivamente de nosotros.

No puedo evitar sentirme bien o sentirme mal cuando veo cualquier cosa, pero entiendo que cuando desligo el objeto, la persona o el lugar, de la carga emocional que en mi se genera (dejo los juicios), me siento bien.

Este es el trabajo, cambiar la percepción de la realidad que vivimos, llegar a lo que Un Curso De Milagros llama LA PERCEPCIÓN VERDADERA.

Mañana más, y mejor.




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