26 ene 2013

LECCIÓN 26


Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad.

1. Seguramente resulta obvio que si puedes ser atacado es que no eres invulnerable.
2 Ves el ataque como una amenaza real.
3 Esto se debe a que crees que realmente puedes atacar.  
4 Y lo que tendría efectos a través tuyo también tiene que tenerlos en ti. 
5 Ésta es la ley que en última instancia te salvará, pero de la que ahora estás haciendo un uso indebido. 
6 Debes, por lo tanto, aprender a usarla en beneficio de lo que más te conviene en vez de en su contra. 

2. Puesto que no podrás sino proyectar tus pensamientos de ataque, temerás ser atacado. 
2 Y si temes ser atacado, es que crees que no eres invulnerable.  
3 Los pensamientos de ataque, por lo tanto, hacen que seas vulnerable en tu propia mente, que es donde  se  encuentran.  
4 Los pensamientos de ataque y la invulnerabilidad no pueden aceptarse al unísono, 
5 pues se contradicen entre sí.

3. La idea de hoy introduce el pensamiento de que siempre te atacas a ti mismo primero.  
2 Si los pensamientos de ataque entrañan forzosamente la creencia de que eres vulnerable, su efecto no es otro que debilitarte ante tus propios ojos. 
3 De este modo, han atacado tu percepción de ti mismo. 
4 Y puesto que crees en ellos, ya no puedes creer en ti mismo. 
5 Una falsa imagen de ti mismo ha venido a ocupar el lugar de lo que eres.

4. Practicar con la idea de hoy te ayudará a entender que la vulnerabilidad o la invulnerabilidad son el resultado de tus propios pensamientos.
2 Nada, excepto tus propios pensamientos, puede atacarte. 
3 Nada, excepto  tus  propios  pensamientos,  puede  hacerte  pensar  que  eres  vulnerable.  
4 Y nada,  excepto  tus propios pensamientos, puede probarte que esto no es así.

5. La idea de hoy requiere seis sesiones de práctica. 
2 Se deben dedicar dos minutos completos a cada una de ellas, que pueden reducirse a uno en caso de que la incomodidad sea demasiado grande.
3 No deben reducirse a menos de eso.

6. Comienza cada sesión repitiendo la idea de hoy, luego cierra los ojos y trae de nuevo a la mente aquellas  cuestiones  aún  sin  resolver  cuyos  posibles  desenlaces  te  inquietan.  
2 La  inquietud  puede manifestarse  en  forma  de  depresión,  ansiedad,  ira,  una  sensación  de  coacción,  miedo,  malos presentimientos o preocupación.  
3 Cualquier problema aún sin resolver que tienda a reaparecer en tus pensamientos durante el día constituye un sujeto adecuado. 
4 No podrás abarcar muchos de ellos en cada sesión de práctica porque se debe dedicar más tiempo del habitual a cada uno de ellos. 
5 La idea de hoy debe aplicarse de la siguiente manera: 
7. Primero, nombra la situación:
2 Estoy preocupado acerca de _____
3 Luego examina todos los posibles desenlaces que se te hayan ocurrido en conexión con la situación que te hayan causado inquietud, y refiriéndote a cada uno de ellos de manera muy concreta, di lo siguiente:
4 Temo que lo que pueda ocurrir es que _____

8.  Si has estado haciendo los ejercicios correctamente, deberías haber encontrado cinco o seis posibilidades desagradables para cada una de las situaciones en cuestión, y probablemente más.  
2 Es mucho mejor examinar detenidamente unas cuantas situaciones que revisar un número mayor superficialmente.  
3 A medida que la lista de los desenlaces que prevés se haga más larga, es probable. que,  algunos  de  ellos,  especialmente  aquellos que se te ocurran hacia el final, te resulten menos aceptables. 
4 Procura, no obstante, en la medida de lo posible, de tratarlos a todos por igual.

9. Después de que hayas nombrado cada desenlace que temes, di para tus adentros:
2 Este pensamiento es un ataque contra mí mismo.
3 Concluye cada sesión de práctica repitiendo una vez más para tus adentros la idea de hoy.


***********************************

Lo he pillado!!!!.
Esa parte de mi, el ego, que no para de darle vueltas a mi cabeza, haciéndome pensar en lo mismo una y otra vez sin llegar a ninguna conclusión. Esa vocecita que me grita por encima de lo que otros me dicen y no me deja escucharles, el ego, que salta a las primeras de cambio cuando alguien dice algo diferente a lo que él dice. Y veo que no me quiere, y se que ese ego soy también yo, por lo tanto si me escucho, no me quiero, y si no me quiero, cómo voy a pretender querer a los demás.

Al pillarlo me da la risa, cuantos años escuchando esa voz, creyendo que era la única forma de pensar, la única forma de ver las cosas...

Esto no ha sido una "revelación" ni una "iluminación", es el fruto de haber observado mis pensamientos, el ego es sutil, se esconde tras razones de peso, fomenta el miedo a lo que pasará y revive, desde su punto de vista el pasado,  cargado de malas experiencias que dan miedo o de experiencias gratas que provocan nostalgia.

Ahora ya lo he visto, tras estos ejercicios, le he reconocido. Es una parte de mi pero no soy yo. Puedo decidir si escucharle o no, puedo reirme de él riéndome de mi mismo. Y lo más importante; puedo entender a los demás, porque se que ellos también escuchan esa voz tan difícil de acallar y que, como a mi, les dice: Cuidado!!, todo y todos están contra ti!!, te atacan!!, mantente alerta!!, defiéndete!!, todo vale para sobrevivir!!...

Comienzo a entender de que va todo esto. Es bonito porque es divertido. He visto a mi personaje actuando y ahora puedo comenzar a ver el mundo desde otra perspectiva.

Estoy listo para comenzar.



No hay comentarios :

Publicar un comentario